Cómo armar un presupuesto empresarial sin ser contador

Muchos emprendedores y dueños de pymes en México manejan su negocio “al tanteo”: ven el saldo de la cuenta bancaria y deciden si se puede gastar o no. El problema es que ese método no permite crecer ni anticipar los altibajos del año.
Tener un presupuesto no es cosa de contadores, sino una herramienta básica para tomar decisiones con datos reales.
Aquí te explico cómo crear un presupuesto empresarial en cuatro pasos simples, sin fórmulas complicadas ni software costoso.
Paso 1 – Conoce tus ingresos reales
El primer error común es confundir ventas con ingresos.
Una venta solo se vuelve ingreso cuando el dinero entra efectivamente a tu cuenta. Si tus clientes pagan con retraso, puedes tener buenas ventas… pero cero flujo.
Lleva un registro mensual de tus cobros reales.
Puedes hacerlo con una hoja de cálculo o una app gratuita, separando ingresos recurrentes (contratos, clientes fijos) y variables (ventas únicas o por temporada).
Conocer tu flujo real te da una base sólida para cualquier presupuesto.
Paso 2 – Clasifica tus gastos: fijos, variables y de crecimiento
Una pyme saludable sabe en qué se va cada peso.
Divide tus gastos en tres grupos:
- Fijos: renta, nómina, servicios básicos, suscripciones.
- Variables: materia prima, transporte, comisiones, luz, gasolina.
- De crecimiento: publicidad, capacitación, equipo nuevo.
Esta clasificación te ayudará a visualizar qué gastos son indispensables y cuáles puedes ajustar si tus ingresos bajan.
Un tip práctico: usa colores o columnas distintas —por ejemplo, verde para fijos, azul para variables y naranja para crecimiento—. Verlo así hace que el control sea mucho más claro.
Paso 3 – Define un margen de seguridad y metas mensuales
Tu presupuesto no solo debe decir cuánto gastas, sino cuánto margen te queda.
La meta es reservar al menos un 10 % de tus ingresos como fondo de emergencia o ahorro empresarial.
Calcula tu punto de equilibrio: si tus gastos mensuales son $80,000 pesos y tus ingresos promedio $100,000, tienes un margen del 20 %.
Ese porcentaje te dice si tu negocio es rentable o si necesitas ajustar precios, reducir costos o mejorar la cobranza.
Además, define metas mensuales realistas: ventas, ahorro y crecimiento.
Un presupuesto con metas te mantiene enfocado y te da una guía clara de hacia dónde va tu empresa.
Paso 4 – Revisa, ajusta y mejora cada mes
Un presupuesto no sirve de nada si no lo comparas con la realidad.
Aparta media hora al final de cada mes para revisar:
- ¿Tus gastos reales se mantuvieron dentro del plan?
- ¿El flujo de efectivo fue positivo o negativo?
- ¿Qué puedes mejorar el siguiente mes?
Hazlo un hábito, igual que revisar tus ventas o tu inventario.
Las empresas que analizan su presupuesto regularmente son las que sobreviven a los meses difíciles.
Conclusión
No necesitas ser contador para tener control financiero.
Solo necesitas constancia, una hoja de cálculo y disciplina.
Un buen presupuesto te da claridad, control y tranquilidad, tres cosas que cualquier emprendedor necesita para crecer.
💡 En Superia Capital ayudamos a las pymes a fortalecer su salud financiera y planear su flujo de efectivo.
Tener tus números en orden es el primer paso para acceder a mejores oportunidades de financiamiento.
Disclaimer: Este artículo es únicamente informativo y no constituye asesoría financiera.
Héctor Lozano
Autor de este artículo



